Ah, las maquinitas de los Bares… Cuando la fauna escolar y pseudo quinqui de las décadas de los 80s y 90s pagaban con monedas para echar una partida, y los mejores videojuegos estaban fuera de los hogares, las grandes compañías hacían obras de altísima factura.
Contra fue una de aquellas máquinas, quizás una de las más carismáticas e inspiradoras del género Run & Gun, con temática de misión bélica y de invasión extraterrestre a partes iguales. Dos mercenarios enfrentándose a la organización terrorista Red Falcon, con apariciones esporádicas y paulatinas de monstruos alienígenas. 
Realizada por la todopoderosa Konami en 1987 (ya famosa en la época por tótems de los videojuegos como Scramble, Gradius o Road Fighter), y fuertemente influenciada por las películas de acción de alto presupuesto de la época; como Rambo, Aliens, Depredador y Commando (eso sí, sin licencia comercial de ninguna de ellas); fue un exitazo a ambos lados del Océano Pacífico, recibiendo incluso versiones en los siguientes años, para ordenadores y consolas de la época.
A lo largo de las siguientes décadas se realizaron muchos remakes y secuelas, en las que los principales ingredientes comunes eran: un argumento estereotipado y predecible, jugabilidad con un alto nivel de exigencia, y la palabra Contra como parte de su título (las primeras versiones europeas cambiaron el nombre a Gryzor y/o Probotector, pero eso es otra Historia).
Hoy comentaremos Contra Evolution, versión de recreativa sólo disponible para el mercado chino, desarrollado en 2011 (y que anteriormente fue lanzado para dispositivos móviles).
Junto a los protagonistas del primer Contra, Bill y Lance, se suman dos nuevas combatientes, en este caso una figura femenina de orígen japonés, Sally Inohara (una especie de Ninja y Soldado de Élite), y otra con nombre Erica Ricci, una mercenaria germánica. 
A nivel personal, el menda que escribe el artículo desea resaltar lo chulos que resultan los portraits de estos personajes en el menú de selección (con base de modelado 3D y mucho retoque fotográfico, sobre todo en las caras y en las partes orgánicas), algo tradicionalmente reservado a los RPG´s online y a los juegos de mercado para móviles. Si a esto le añadimos unas pocas frases digitalizadas para cada uno/a de ellos/as (tan típicas del género de acción como “Take ‘em out, Come get some!!“), tendremos el gancho asegurado para los usuarios.
A diferencia de otras entregas de Contra, como Hard Corps (que salió para el mercado de 16 bits a mediados de los 90s) o el último juego que salió este mismo año para el mercado occidental, Contra Returns, todos los protas son humanos; al fin y al cabo, este juego es una revisión de la primera entrega de Contra, y no hay exabruptos ni flipadas propias de otros juegos de los diferentes volúmenes de la saga.
Una de las principales taras a las que se enfrentó el staff de Tencent, la desarrolladora licenciada, fue a la hora de convertir el set gráfico primigenio a uno en 3D que respetase la perspectiva clásica del juego original (en resumen, gráficos prerrenderizados y retocados). 
Partiendo de la referencia de la Placa Base de los 80s, que ofrecía restricciones más que evidentes, típicas de la época (entre las que se incluían limitaciones de colores por elementos, resolución gráfica de menos de 300 pixels de ancho y un puñado de frames en las animaciones del protagonista y enemigos), la third party china obtuvo unos modelados más que correctos, detallando en volumen lo que en su momento era pixel art. Esto se aprecia bastante en las fases en 3ª persona, desplegando la profundidad real de un entorno que en su momento Konami sólo insinuaba a través de las perspectivas simuladas). Completa incluso elementos o partes de elementos, que sólo una resolución de 1024 x 768 pixels demanda, algo a subrayar en los Bosses, a veces totalmente rediseñados desde cero. También hay sombras y degradados, pero en mayor parte “falseados” a través de texturas o con retoque posterior. Esta técnica, que en 2010 tenía respaldo, pero que a día de hoy sólo tendría cabida en el mercado indie, no chirría ni presenta huecos de estilo. El esquema de las fases, aunque se basa en la Placa Arcade, presenta más similitudes con la versión de la consola de 8 bits de Nintendo, la NES (quizás la versión más reconocible en el mercado japonés, y de EEUU).
La música del juego no es más que una mejora en varias pistas de las melodías del Arcade primitivo, en música electrónica, pero sin innovar en exceso (demasiado carisma en el chiptune original de los 80s!).
Y todo esto con la autorización legal a través de Konami, desarrolladora original detrás del 80% de los juegos de la saga original, y que desde hace años ya no goza ni de la frescura creativa ni de la liquidez económica presente en su época dorada (y de esto pueden dar cuenta los gimnasios y las máquinas pachinko que alimentan su sustento financiero).
A semejanza de otras máquinas recreativas de la época, la Placa Blase de esta máquina estaba montada en un PC de 32 bits. Aunque no se sabe mucho de ella (a diferencia de otras contemporáneas coma la Lindbergh de Sega, o la Taito Type X), no fue necesaria usar ingeniería inversa y emulación posterior para poder disfrutarla en un Equipo doméstico. Entre sus archivos hemos encontrado formatos perfectamente reconocibles para un usuario de Windows (de hecho, la secuencia de vídeo final del juego es un vídeo en MPEG, enganchado desde el código original, no tiene ninguna encriptación ni encapsulamiento, y los mapas son archivos de tipo binario). Más barata de desarrollar (y a la hora de trabajar con ella).
Conclusión
Contra Evolution no traiciona a la máquina Arcade de 1987; pero a pesar de mantenerse dentro de las costuras de remake en HD, intenta potenciar parte de sus mejoras, hasta parecer un título con identidad propia. Y esto, teniendo en cuenta que la idea original era hacer una prueba, en el suculento mercado de los smartphones chinos (en esa versión de 2010, los dos personajes femeninos sólo eran desbloqueables si acabábamos el juego con cualquiera de los protagonistas masculinos), es mucho más de los que se esperaba de ella. Por esto, en Tencent fueron recompensados con un contrato para desarrollar otra entrega de Contra para smartphones de última generación (esta vez nueva en muchos aspectos).
Soldados de Élite infiltrados en una misión suicida. Cientos y cientos de tropas enemigas.
Alienígenas que actúan como se fuesen parte de una película Kaiju. Música con mucha tralla y acción sin límites.
Bienvendos millenials. El abuelo sigue molando.
Artículo original en gallego, aquí
distritoentebras.wordpress.com 